viernes, 24 de junio de 2011

OPERACIÓN DE LA ORACIÓN

            OPERACIÓN DE LA ORACIÓN
Formas y métodos de oración;
La oración lleva una operación compleja: en su unidad es un tiempo humana y divina. Encuentro entre dos libertades en una misma acción.
En el acto humano de orar entran muchos principios activos. El hombre ora con sus sentimientos, fantasías, memoria, intelecto, voluntad, afectividad y con el propio cuerpo.
La presencia de las diversas facultades varían de tipo de oración y según el nivel espiritual y la etapa de la vida de la oración y a la que el SEÑOR llama a recorrer.
La oración es complejo pero ordenada y metódica.
Hay necesidad de técnicas y métodos, sobre todo en la fase de aprendizaje y como medio para superar superficialidades.
Pero la oración es un carisma donde el Espíritu Santo, va más alla de la aplicación de un método.
Cuando se sabe más orar se recurre menos a un método externo.
Los elementos y la importancia de los cuales varia de espiritualidad a espiritualidad.
La oración como camino: Orar es un camino más que meter en acto una operación, un camino marcado por etapas.
En general se puede decir que antes de la oración afectiva, está la oración mental.
Podemos decir que tanto son los caminos, como tanto son los individuos, pero todos son convergentes. Hay un pluralismo y  una radical y fundamental unidad.
Radicalmente el camino es uno, única es la meta final, único es el sujeto activo propulsor, Dios, Jesucristo.
El más clásico itinerario está la triple vía: La Purgativa, Iluminativa y la Unitiva.

TIPOS DE ORACIÓN
1.)  VOCAL
2.)  MENTAL
3.)  ORACIÓN DE FÉ
1.)  ORACIÓN VOCAL: es por excelencia la oración de la gente (hecha entre varias personas), comunitaria, litúrgica.
2.)  Se dan numerosas formas, la meditación le lectio divina la contemplación, el examen de conciencia, la repetición, la aplicación de los sentidos, la oración afectiva, la oración de fe, la oración del corazón, la oración de recogimiento, la oración de quietud, etc.

FORMAS DE ORACIÓN MENTAL:
A.)  La Meditación: la oración personal, privada, en la que se suceden actos distintos de la inteligencia y la voluntad se distingue de la contemplación, la comunitaria y la litúrgica
La meditación tiene una estructura más analítica, comporta una reflexión metódica, una especie de ejercicio. Es un trabajo de asimilación de lo que se ha leído, escuchado o retenido hacer lo propio e interiorizarlo en el corazón.
Es una oración personal discursiva, el ejercicio intelectual es fuerte. Tampoco se reduce a simple actividad intelectual; Santa Teresa de Avila, escribía en el Castillo interior: “Lo esencial no es ya en el mucho pensar, más en el mucho amar por lo que vuestras oraciones deben ser sobre aquellas cosas que llevan al amor”.
La meditación tiene dos objetivos distintos.
1º. El acogimiento de pensamientos, ideas o verdades a asimilar.
2º. Hacer de estos medios eficaces para amar a Dios.

Frutos de la Medición. Destacan dos.
1.- despertar el afecto en el corazón.
2.- Intuición, percepción y comprensión de una verdad.

En la Espiritualidad, Ignaciana la Meditación es comúnmente la Meditación de las Tres Potencias: Memoria, Intelecto y Voluntad.
-       Memoria: une el pasado con el presente. Transforma al hombre de espectador a atento y directamente implicado en la acción retentiva de Dios en la historia.
-       de espiritualidad apostólica, donde el espíritu humano es orientado verso la praxis, no se queda en la contemplación estática de la verdad.
B.) El examen de conciencia: forma de oración que no implica solamente la memoria, también el intelecto, la voluntad, el corazón, toda la persona en su entera y profunda interioridad.
Tantos tipos de examen de conciencia como las diversas espiritualidades. La Ignaciana trae cinco puntos que se reducen a tres:
1.- Tú por mí.
2.- Yo por ti.
3.- Mañana juntos.
      C.) La Contemplación Evangélica. Sus diversas formas según la espiritualidad.
En efecto, la diferencia entre contemplación y contemplación es según la etapa espiritual en la que se encuentra la persona que ora. Si es la Ignaciana, las etapas se dan según la semana de ejercicios.
Naturaleza y definición de la C.: una precisa forma de oración o específico ejercicio de oración específico ejercicio de oración personal, privada y sintética que lleva a la simple mira y aplicación del espíritu afectivo sobre la persona de Jesús, para conocerlo mejor, amarlo y seguirlo.
Sintética porque tiende a la unificación. Un encuentro personal con Jesús real, visto desde hace 20 siglos, vivo y presente en la historia.
En la contemplación Evangélica se trata fundamentalmente de hacer presente los misterios y hacerse presente en los misterios. Se trata de andar al centro del misterio que es la Persona de Jesús.
Fin y meta de la contemplación Evangélica: Es buscar la persona de Jesús más que las virtudes en Él.

3.)   LA ORACIÓN DE FE: Consiste que con la gracia de Jesús Cristo, las iluminaciones de la mente, la justa disposición de la voluntad, y la unión con Dios acompañan y guían todas nuestras acciones, a modo de encontrar a Dios en todas las cosas..

La oración de fe favorece el desarrollo de una auténtica afectividad espiritual, superando lo emotivo-dulzura, llega a la misma persona de Dios. Pasar del deseo de la consolación de Dios al Dios de las consolaciones.
Es propio de la oración de fe hacer madurar una particular y auténtica humildad.

NOTA: La Lectio Divina, más que una forma o un tipo particular de oración es un método para organizar el cuerpo de la oración.

LA OPERACIÓN
LA ESTRUCTURA DEL EJERCICIO DE ORACIÓN

A)   LA PREPARACIÓN:
1.- Una preparación de la mente a nivel intelectual. Escoger textos, el criterio que se quiere seguir y el deseo de la gracia a recibir.

2.- preparación del corazón a nivel afectivo: Desear tener un verdadero encuentro con el Señor


B)   El ejercicio de oración propiamente. Implica un ingreso, El cuerpo de la Oración y la Salida como conclusión.

En el ingreso de la oración personal se dan estos elementos:
-       La presencia de Dios y el ofrecimiento a Él.
-       La presencia del orante.
-       Preámbulo.

En el cuerpo de la oración. En este punto central será muy útil la Lectio Divina: la meditatio, Oratio y Contemplatio.
La contemplatio, momento más pasivo de la oración y de mayor comunión e intimidad con Dios. Pero que la unión con Dios debe lanzar al orante al servicio caritativo de los demás.

En la salida como conclusión: momento de mayor profundidad en el proceso de interiorización de la palabra de Dios y abre al orante a la acción en la vida cotidiana.

C)   RELECTURA O EXAMEN DE LA ORACIÓN: es un momento de reflexión que sigue al momento de la experiencia: caminamos a la madurez humana y espiritual con dos pies, la experiencia y la reflexión. Es más difícil que el propio ejercicio pero útil, fructuoso e importante.
             La relectura es más para aquél que es llamado a ser apóstol, llamado a una espiritualidad activa, en orden a una unidad de vida, ve la necesidad del discernimiento espiritual, la unidad de vida entre oración y acción, que la oración vaya a la acción y la acción sea punto de reflexión en la oración.

                     
     
     

  
    
  
 

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